Primera cana y encima brilla la hija puta!

Algunas personas dirán, que con la edad el crecimiento de las canas es normal. El estrés, los agobios, que se nos pasa el arroz, que ya tocaba alguna, que seguro que tenía más y no me había fijado hasta ahora… . Todo lo que queráis decir.

Pero cuando una es joven, o se considera joven, pasa tiempo revisando su imagen, cuidándola (ya no tanto como una quisiera), y el tema canas está a la orden del día.

Es por esto que me quedó impactada, ver esa primera cana, bajando por el ascensor con mi pareja y el niño para ir a dar un paseo. El cachondeo de mi pareja fue tremendo, viéndola surgir y brillar como la que más de entre el resto de pelo

Blanca y luminosa asomaba la cabrona de entre todos los pelos de la cabeza. ¿Cómo no iba a tener una cana? Si no paro, el niño, la pareja, la familia, las perras, la casa, las cuentas, los recados… .

Es en ese momento de madurez, que da por observarte en el espejo; una cana (que yo vea, que a saber cuántas más habrá), estrías de haber engordado tanto y adelgazado de golpe, la barriga aún hinchada de haber tenido a mi bichito dentro, ojeras que me dan la vuelta al cuerpo, blanca como la nieve de darme poco el sol, y mil cambios más por todo el cuerpo.

Y de pronto, aparecen por la puerta, dos personitas y me abrazan y me besan y me llenan de babas; las estrías dan igual, los kilos de más; que les den viento fresco, la cana; brilla cada vez más la mamona, pero todo; se desvanece y te hacen sentir la persona más maravillosa y bella del planeta.

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